martes, 9 de octubre de 2012

Sesión de cine: The Artist (Michel Hazanavicius. 2011)


Reposa en mi monedero un billete arrugado donde a duras penas se pueden ya leer las palabras The Artist, Fila 5, B02 Esta entrada corresponde a la última película que vi en los cines Renoir de Zaragoza que ya, a día de hoy, han cerrado sus puertas. Allí disfruté por última vez del cine. En plena era digital, cuando los antiguos cines se han derrumbado o ya, olvidados, se convierten en centros comerciales, cuando el 3D invade las pantallas de medio mundo (porque dicen que es un invento nuevo) y dicen que les vale, que está bien y que esto es cine; en pleno siglo 21, tuve el placer de contemplar en el moribundo Renoir de Zaragoza, como una premonición, una película muda que me reconcilió, por unos instantes, con este mundo y con estos tiempos.
Bérénice Bejo en el personaje de Peppy Miller

Una amiga cinéfila llamada Elena Gonzalvo me comentaba el otro día, emdio en broma, medio en serio, que el cine actual, salvo en raras excepciones, es demasiado estresante. Sin embargo, si uno se quiere relajar antes de irse a dormir, lo mejor es el cine en blanco y negro. Curiosa afirmación que merece alguna reflexión. Aquel día 19 de febrero de 2012 todo fue mágico viendo The Artist. Me gustaría preguntar entre los espectadores que hayan acudido a ver esta película, quiénes de ellos echaron de menos, en algún momento, el sonido o el diálogo. Y después de escuchar la respuesta, la siguiente cuestión para plantearse sería, en qué ha avanzado durante todos estos años el arte del cine (sin hablar de ordenadores). Como poco resulta un alarde de valentía, que en esta época, la apuesta de Hazanavicius sea una película muda, un tributo a los comienzos del cine y una apuesta sincera en la Historia del séptimo arte. Desde Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen. 1952) no había disfrutado tanto con un retrato tan fiel del mundo del cine. Con algo menos de esa crudeza (y por tanto, realidad) que Billy Wilder encarna en Gloria Swanson y nos muestra en El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard. 1950), el guión de Hazanavicius navega en la misma dirección. En la figura de George Valentin (Jean Dujardin) personaliza el apogeo del cine mudo, la fama y las grandes ceremonias del Hollywood más dorado (y quizá más auténtico) que se haya conocido. Pero también en él están presentes, la transición al sonoro, la ruina y el olvido que muchas otras estrellas sufrieron tras el crack del 29 y en definitiva, ese cambio que muchos personajes no pudieron resistir. La otra cara de la moneda es Peppy Miller (Bérénice Bejo) que, después de trabajar como figurante en el cine mudo, da el salto a la fama cuando llega el sonoro, acompañando con una voz adecuada a la esbelta figura que el público ya conocía. No siempre trató del mismo modo a aquellas bellas actrices del cine mudo y es imposible, al admirar la historia de The Artist, no comparar a Peppy Miller con esa parodia que Jean Hagen personificó en el personaje de Lina Lamont (Cantando bajo la lluvia) a la que, a diferencia de Miller, no acompañaba su voz.
Al comienzo, Peppy Miller es admiradora de la estrella del momento, George Valentin y consigue trabajar en el cine como figurante.

En el personaje de George Valentin se personifica la historia del Hollywood de aquellos años. No sólo el nombre (ya un recuerdo a Rodolfo Valentino), o los personajes de sus películas (tributo a Douglas Fairbanks) La irrupción del sonoro arruina su carrera, lo degrada al más absoluto olvido y solo, al aceptar la ayuda de Peppy Miller y paradójicamente, con la llegada del musical, consigue resurgir, reinventarse, salir a flote y volver a triunfar en la pantalla y en las carteleras. En ese momento, Jean Dujardin recuerda inevitablemente a Gene Kelly, sobretodo en su aspecto físico.

The Artist comienza con un ritmo y un ambiente alegre, propio del Hollywood de los años veinte, que contrasta con la tragedia que representa para el personaje de George Valentin la llegada del sonoro. John Goodman, en su papel de productor, es el único acercamiento a los entresijos que, en aquellos años de cambio, se tambaleaban dentro de los mayores estudios. La historia de amor entre Peppy Miller y Valentin parece caminar al mismo ritmo que la historia del cine y por ello, la brillante explosión de felicidad que es el final de la película es la misma explosión del cine de los años treinta, la llegada del musical y la eclosión del jazz en esa fiebre llamada swing.
Peppy Miller (Bérénice Bejo) en un momento de ensoñación, imagina ser abrazada por George Valentin

Sin embargo, ¿es suficiente? ¿Es comparable The Artist con Sunset Boulevard? Rotundamente, no. Creo que The Artist es de lo mejor que hemos podido ver últimamente en las pantallas pero, en definitiva, la historia requería una ampliación en el personaje de John Goodman, detenerse más en el aspecto del negocio del cine y los magnates que apostaron todo su dinero en crear estrellas que después ellos mismos, con sus propias manos y la llegada del sonoro, destrozaron. The Artist es una buena película, un estupendo retrato de cine que, aunque se deja llevar por el sentimentalismo, bien merece un par de visionados para volver a disfrutar de una historia contada sin palabras.


23 comentarios:

  1. Precioso!!! e interesante,tú sabes mucho!!!
    y yo aprendo,mucho!
    me acabo de reinscribir,en tu blog,y te invito al mío nuevo,si quieres pasar,obvio
    un abrazo,muchas gracias
    lidia-la escriba

    www.nuncajamashablamos.blogspot.com.ar

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  2. Ultimamente estoy muy inconformista y no conseguí integrarme en el ritmo de la película, que aunque es un homenaje ciertamente honesto de un cine que se perdió en el tiempo no llegó a emocionarme en exceso. Muy interesante que fuera la última película en proyectarse en un cine, y también muy triste.

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  3. Pasaré. Gracias por reinscribirte. Besos Lidia!

    Trsite y que no deja de ser curioso que la última película que vi en los Renoir (desconozco si fue la última proyectada) fuera muda. Yo sí logre empatizar con el ritmo de la película. Quizá más al principio que en la parte final. Un abrazo Sr. Cahiers, gracias por pasar.

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  4. gracias por la mención, Marcos, es verdad que The Artist es un film muy entrañable, aunque evidentemente podría haber sido más afilado en sus caracterizaciones (igual que tú, a veces me pareció que era demasiado sentimental o condescendiente). Besos!

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  5. Ya mencioné en su momento que esa película era un divertimento ligero, una curiosidad anacrónica, un ejercicio de emulación, que no cine mudo puro, más que una obra autónoma. Por el estilo, porque no tiene personalidad propia, sino que copia (a "Ha nacido una estrella", por ejemplo, pero también a las películas dirigidas por Fred Niblo para Douglas Fairbanks); porque como película muda es imperfecta (faltan tramas secundarias, no hay personajes femeninos de interés o relevancia aparte de la protagonista, hay dos momentos en los cuales el uso del sonido es incongruente -me refiero al episodio del sueño, en el cual el sonido, parte del mismo, provoca reacciones en el personaje que son incoherentes-, y además la traslación del mundo del cine mudo al presente, en cuanto a estilo, estética e imagen no está demasiado conseguido -más allá de cuatro o cinco tomas de cierto mérito-. En resumen, es entretenida, pero carece de magia. Es un buen ejercicio de emulación, pero no es una película por sí misma. Es un pastiche, pero no una comedia dramática.
    Normalmente esta película suele entusiasmar a quienes no suelen ver cine mudo. Y no me refiero a comedias de Chaplin, Keaton o Lloyd; hablo del cine de Griffith, Ince, Von Stroheim, Murnau... Cuando uno ha visto y revisto "Amanecer", cosas como "The artist" son pildorillas curiosas. El cine mudo era otra cosa.
    Abrazos

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  6. Por cierto: los Renoir también estaban en un centro comercial... Y también su pantalla había encogido... Es verdad que programaban muchas cosas interesantes, pero también pusieron los "Torrente"... Vamos, que los echo de menos, pero sin pasarse...
    Más abrazos

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  7. La he visto dos veces y las dos veces me ha encantado. No eché en falta en absoluto, más bien todo lo contrario, la palabra hablada. Empaticé desde el principio con ella y con sus personajes. Triste y bonita coincidencia que fuera la última peli de unos cines legendarios...

    Un beso

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  8. Buenas Marcos:

    Es curioso lo que comentas como el principio y el fin de algo está marcado por un mismo denominador común y es que parece ser que eso que decían de que la vida es cíclica a veces se cumple.
    Por otra parte creo que el 3D será flor de un día y que las salas se terminarán adaptando pero no desaparecerán pues el ambiente que se crea en una sala oscura con una pantalla grande es irreproducible.
    Sobre la peli no la he visto e inicialmente no te creas que me atraía demasiado, ahora que has comentado igual me animo...

    Un saludo.

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  9. ¡La cantidad de discusiones y debates que he tenido por THE ARTIST! Pero debates y discusiones siempre ricos y apetecibles. Yo al final lo que vi es una mirada propia y recreación en forma de homenaje del director a un Hollywood determinado (finales de los 20). Un Hollywood 'imaginado' por los ojos del director francés que le ha llegado en forma de determinadas películas (muchas de las cuales trataban el cine dentro del cine). Y por lo que yo valoro sobre todo THE ARTIST es porque para mí se convirtió en una película-medicina... como bien dices, una "brillante explosión de felicidad" que de vez en cuando no viene nada mal.

    Me ha encantado el artículo: para mí el cierre de un cine (como de una libreria) siempre es una noticia triste. Y que la última película que vieras fuera THE ARTIST, una premonición triste... pero también con un punto de luz: el cine continúa, no muere. Mil veces le han dado el certificado de defunción... pero ahí sigue. Me ha gustado mucho también la reflexión de Elena.

    Un placer leerte.

    Beso
    Hildy

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  10. En ciertas ocasiones me dejo llevar por los homenajes al tipo de cine que más me gusta, Kendra. Así es, no lo puedo evitar. Gracias por pasar. Besos.

    No es cine mudo puro y como le he dicho a Kendra, muchas veces me dejo llevar por estos homenajes nostálgicos. El sonido no se echa de menos pero cuando se utiliza es verdad que la película falla. Sí, los Renoir estaban en un centro comercial, aunque casi no parezca un centro comercial... Yo creo que a este centro aún le quea menos vida que al Augusta. Un abrazo 39!

    Hola Myra. Me alegro de leer las sensaciones que despertó en ti "The Artist" Besos.

    Hola Bogart. Es que además el 3-D es un recurso ya muy manido, normalmente utilizado cuando faltan ideas para historias nuevas. Espero que las salas de cine no cierren nunca pero también me gustaría que en ellas emitieran reposiciones con mayor aisiduidad. Esperoq ue, si la ves, escuentres algo positivo en ella. Abrazos.

    Hola Hildy. Desde luego, es una película para debatir. Está claro que el poso que nos queda después de su visionado es el del homenaje y el amor al cine. Más allá, merece la pena verla y es una historia entretenida y sí, puede servir como medicina. Podría haber daod más de sí pero... quizá no pretendía nada más. Me alegro que te haya gustado y te agradezco que me lo digas. Besos.

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  11. El cierre de un cine es una tragedia, asi de contundente te lo digo,
    como lo de las librerias. No concibo que desaparezcan.
    No he visto aún The Artist y mira que ha sido publicitada con lo de los óscar y tantisimo debate sobre ella asi que no puedo opinar. Espero verla en breve a ver que me transmite y luego te digo.
    Es curioso el parecido de Jean Dujardin con Kelly en esa foto pero honradamente creo que ahí termina la similitud, Gene Kelly es demasido grande y talentoso, un mito del cine como bailarin, coreógrafo y director, y Cantando bajo la lluvia es irrepetible ( en mi humilde opinión) como ocurre con Sunset Boulevart, obra maestra de Wilder.
    Lo que si parece ser es una pelicula original y amable en éstos tiempos que corren con tanto 3D y saltos vertiginosos, pero eso ya lo dices tú asi que debe ser cierto.
    El cine en B/N para mí va cobrando importancia y valor a medida que voy revisando películas y nada que ver con el actual ( salvo excepciones)No solo es nostálgia de tiempos pasados es que hay cosas que son inimitables.Siempre pierden en la comparación.
    Como bien dices debe ser un homenaje a ese cine y si te deja una sonrisa en la boca mucho mejor, ya tiene ahí su mérito.

    Un beso, Marcos

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  12. No la he visto aún, pero dudo que me produzca mayores emociones que el Hugo de Scorsese. Por lo demás, en mi cartera también van emborronándose varias entradas de cine, me he identificado plenamente con eso, y con la nostalgia por los cines perdidos. No nos engañemos: el cine en el cine se acaba (y fuera también). Un abrazo.

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  13. El blanco y negro es inimitable, Abril. Cuando nació el technicolor, realmente se siguieron rodando durante mucho tiempo en blanco y negro pero la tradición se fue perdiendo. Afortunadamente, de vez en cuando, se recupera. Estéticamente, el technicolor no puede igualar nunca al blanco y negro, también en mi humilde opinión, Abril. Y sí, Kelly y Dujardin tienen un parecido tremendo pero tambi´ñen son incomparables. Besos.

    Cierto, Juan. Ahí termina todo. Espero que la veas y conocer tu opinión. Un abrazo.

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  14. Yo esto de que cierren los cines, lo llevo muy mal. Y si encima son edificios históricos mucho peor. Esto solo pasa aquí, el desprecio de los gestores y gobernantes de este país por el arte y la cultura es alucinante. Aquí ya se sabe mucha obra faraónica para pesar a la posteridad y mucho fútbol para fomentar la cultura del pelotazo. Para terminar os mando un abrazo y pongo esta frase del "Mago de Oz" que últimamente utilizo muchó: "TOTÓ, ME PARECE QUE YA NO ESTAMOS EN KANSAS"
    javier

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  15. Pues la ví hace no mucho, compa Marcos —aunque no reseñara nada sobre ella en mi cibercasa—, y lo cierto es que me gustó, me pareció un divertimento amable, distendido y tierno, que, contemplado bajo esas premisas y sin mayores pretensiones, funciona fenomenalmente. ¿Cine mudo? No lo considero como tal; el cine mudo era así por imperativo técnico, no por vocación narrativa: en ese aspecto, The artista es una declaración de voluntad, un ejercicio de estilo, y como tal creo que hay que enfocarlo. Por último, y en lo que respecta al cierre de un cine, pues no sé, me temo que es el signo de los tiempos: gustarme, no me gusta, en absoluto, pero entiendo que los exhibidores no pueden mantener en funcionamiento negocios que no son rentables (al fin y al cabo, estamos hablando de salas comerciales, no nos olvidemos).

    Un fuerte abrazo y hasta pronto.

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  16. Mi querido Marcos, después de un tiempo sin blogs (cada vez me cuesta más serles fiel) vuelvo a agradecerte tu comentario.
    Con respecto a The Artist, y encontrándole más de un acierto, he de decir sin embargo que no me acabó de convencer. Me entretuvo, sí, me hizo sonreír por momentos, pero no consiguió arrebatarme tal y como yo mismo había planeado rendirme ante ella.
    En cualquier caso, que todo lo que nos llega por la gran pantalla tenga la mínima calidad que ésta tiene.
    Abrazos.

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  17. "The Artist" sería "Sunset Boulevard" si al final de esta última Gloria Swanson y William Holden se pusieran a bailar en vez de encontrarnos con el cadáver de él en un piscina (bueno así comienza). "The Artist" es muy valiosa viéndola en un cine: un viaje en el tiempo, sentirse un espectador de cine de hace cien años. En cuanto a lo que cuenta, su guión, no creo que el propósito de la película sea impactar con eso. ¿El cine en blanco y negro lo mejor para irse a dormir? ¡Qué conclusión más extraña! A no ser que esté indicando que se aburre viéndolo...
    Saludos.

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  18. A mí me gustó bastante, pero no entendí que se llevara tantos óscars. Personalmente, otras películas del año me parecieron muy superiores, pero la lotería de los premios es así.

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  19. Tengo "The Artist" en casa para ver y espero hacerlo pronto.
    Me da mucha pena cuando leo que se cierran cines de los de toda la vida, por mi zona y alrededores yo disfruto de dos salas entrañables que espero que no acaben como los cines Renoir, porque sería realmente triste como lo será para ti ahora (difícil futuro les espera a estos lugares valorados por muy pocos, una lástima).

    Besos.

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  20. The Artist es de las mejores cosas que han pasado en esto del cine en mucho tiempo. Para un amante del cine mudo como yo, que he visto y tengo cientos de películas, me parece un acierto el homenaje que se le ha hecho. El volver la vista al cine como tal, como contador de historias a través de las imágenes, estrujarse los sesos para contar muchas cosas con poco, saltarse los efectos, los 3D, y todo lo demás, me parece un acierto pleno. Un revival, una especie de viento fresco en toda esta feria de atracciones en la que se ha convertido el cine actual.
    Así que me alegro de que te haya gustado. Yo también la disfruté.
    Un abrazo.

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  21. Jejejeje...no, estamos muy lejos de Kansas, Javier. Muy buena frase. Un fuerte abrazo, amigo.

    Sí, además este cine concretamente, compa Manuel, estaba dentro de un centro comercial, así que no era un edificio histórico ni nada de eso. Me alegra leer tu opinión sobre esta película. Un abrazo.

    Es verdad, Raúl, al menos, si todo lo que llega a la cartelera tuviera esta calidad sería otro cantar. AL menos, si te entretuvo ya es algo. Hay muchas películas que ni siquiera entretienen. Un abrazo y bienvenido por los blogs.

    Imagino que el cne en blanco y negro es como un bálsamo, Licantropunk. Para mí no es nada aburrido, desde luego. Todo lo contrario. ¿Aportó algo el color? Es que un buen final, respect5o a tu comparación con "Sunset boulevard", dice mucho de esta película. Por supuesto, prefiero la de Wilder. Un abrazo.

    Lo de los Oscars es un engaño cada vez mayor, creo yo Roberto. Además, fíjate en los actores del cine clásico que nunca obtuvieron estatuilla: Humphrey Bogart. Con eso está todo dicho. Un abrazo.

    Difícil futuro, Mucipa. Espero que te guste "The Artist" Yo te adelanto que, según voy conociendo tus gustos, te entusiasmará. Besos.

    Me alegro Ethan, de tener semejante opinión en esta película. Yo lo veo como un homenaje puro al cine de verdad. Un fuerte abrazo y gracia spor pasar.

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  22. Ayer mismo pasé por la puerta de estos cines y la verdad es que da pena que se pierdan lugares donde disfrutar de una buena película, nada fácil de encontrar en las grandes superficies...Un saludo.

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  23. Al menos, aún resisten algunos. Víctor. Hoy mismo he estado en el Eliseos viendo "A Roma con amorAún conserva el sabor de los viejos tiempios. Un abrazo.

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